Dios se complace en sanar, de hecho aún en nuestros días, lo sigue haciendo. En las campañas de «Cristo para todas las naciones» vemos miles de personas recibir sanidad y permanecer sanos. A pesar de ser fácil de comprender, este folleto ofrece al lector respuestas acertadas en cuanto a la sanidad, a la vez que desarrolla nuestra fe. Y nos muestra que no debemos buscar a nuestros líderes, o a Reinhard Bonnke para que nos sane, sino a Jesús, porque es el único que puede hacerlo.
